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Learn Spanish with Isekai stories! – Secuestrado a otro mundo / KTAW

Capitulo 5

Capítulo 5

Empezamos a salir de la habitación tratando de ser rápidos, pero nuestro ritmo se atascó por completo. Había demasiada gente a nuestro alrededor ahora. A estas alturas, todo el mundo estaba saliendo de las aulas y entrando en pánico, por lo que la gente se movía entre los escombros de los pasillos. Además, la visibilidad que no era tan buena los retrasó, además de querer chocar con cosas.
Muchos de los estudiantes tenían miradas horrorosas en sus rostros cuando me vieron cargando un hacha ensangrentada. De hecho, creó mucho terror y la gente me dio un gran rodeo con docenas de estudiantes aplastándose contra las paredes.
Todos me miraban. Pero no muchos de ellos se atrevieron a decir nada. Pero luego, cuando tratábamos de despejarnos, se volvieron más audaces y me di cuenta de que muchos de ellos en realidad no habían visto o sabían lo que acababa de suceder en la habitación. Escuché docenas de voces susurrando también, “¿por qué lleva un arma?”
“¿Esa hacha está ensangrentada?”
“¿Por qué el hacha está ensangrentada?”
“¿Mató a alguien?”
“Hay tanta sangre…”
“…cubierto en sangre…”
“¿Para qué eran todos esos gritos que venían de ese salón de clases?”
“¿Qué pasó ahí dentro? El suelo parece todo mojado.
Las voces continuaron, pero traté de ignorarlas. Al darme la vuelta, vi que algunos niños nos seguían por seguridad y protección usando nuestra estela como escudo, detrás de la señorita Asakura y Yumi, que cargaban a Rina mientras yo las protegía. Al menos Rina parecía consciente, pero algo somnolienta y cansada. Tenía una línea de estudiantes como si yo fuera el maestro que parecía.
“¿Por qué estamos siguiendo a un maldito tipo con un hacha?” preguntó alguien, pero los demás lo silenciaron.
“No lo sé, pero él es el único que sabe lo que está pasando”, escuché decir a alguien más.
“Shun, creo que no es seguro estar en los pasillos. La gente va a tener tanto miedo que comenzarán a pisotearse unos a otros”, respondió Yumi nerviosa.
“Sí, tenemos que encontrar un lugar seguro”, le dije.
“¿Tienes alguna idea de adónde ir, Sensei?” preguntó Rina débilmente.
“Mmm, déjame pensar. Si pudiéramos salir de la escuela, entonces tal vez… sabes que el plan de emergencia de los libros de texto no funciona porque no sabemos si es más seguro dentro o fuera del edificio”, dijo Asakura.
“Este edificio parece sólido a pesar de que está dañado”, dijo Yumi.
Pero su pensamiento, solo confirmó lo que yo temía. Podía ver a los niños chocando entre sí como locos. Algunos de ellos estaban empujándose unos a otros hacia abajo o fuera del camino y algunos de ellos solo estaban tratando desesperadamente de pasar. La gente iba en todas direcciones, mientras escuchamos más gritos y peleas comenzaron en algunas de las otras aulas a nuestro alrededor.
¿Por qué están todos en pánico tanto? Eso parece extraño por sí mismo.
“Tenemos que salir de aquí; Hay demasiada gente aquí. Quedaremos atrapados”, Rina graznó con cansancio. Ella está despierta, parece.
Pero una gran masa de estudiantes ya había llenado la única escalera que funcionaba. La gente se agolpaba para bajar por ese lado, pero como la otra escalera estaba derrumbada, era la única manera de bajar.
“Sensei, ¿tiene la llave del techo? Por lo general, lo tienen cerrado con llave y encadenado —dije.
“Por favor, llévanos a nosotros también. No queremos quedarnos atrás”, dijo uno de los otros niños. Era uno de los dos niños más golpeados hasta la muerte de ese otro grupo, Yuta creo que se llamaba.
“¿Yuta? ¿Tú y Kenji van a ir con ellos? Otro niño preguntó. La respuesta fue un asentimiento.
“Sí, yo también, por favor. ¡Seremos tus lacayos o lo que sea! Pero no queremos morir. No queremos estar presentes cuando los amigos de ese tipo vengan aquí”, dijo su amigo Kenji. Todavía estaban armados con sillas con patas de metal, aunque debió ser difícil manejarlas.
“Bien, pero tu futuro con nosotros depende de si puedo confiar en ti,” dije, mordiéndome el labio con nerviosismo. ¿Estaría Rina a salvo con ellos? Todavía no estaba seguro de haber tomado la decisión correcta.
Pero luego, de repente, estalló una gran cantidad de gritos y ruidos que eran realmente fuertes. Era tan ruidoso y lleno de miedo que todos los pequeños ruidos y pequeños charcos de caos aquí arriba en el tercer piso parecían pequeños problemas menores. Esto era algo grande… bajar las escaleras. Las paredes también temblaban en algunos lugares, pero no era un temblor constante sino como algo golpeando fuertemente contra una pared de abajo.

Se escuchaban sonidos como de cristales rotos, aplastados y rotos provenientes de cerca del área del observatorio del pasillo y de las escaleras que bajaban al primer y segundo piso.
“¿Que esta pasando?” Me preguntaba.
Cruzamos rápidamente el pasillo hacia el área del observatorio del pasillo abierto, donde se reunieron docenas de otros estudiantes. Estaban mirando por la pared de ventanas hacia abajo, hacia el nivel del suelo, donde el área de la bandera y la entrada a la escuela deberían estar directamente debajo de nosotros. Nos tomó menos de un minuto llegar allí desde nuestra posición anterior donde se había reunido una gran multitud de estudiantes, tratando de mirar hacia afuera.
“Aléjate de las ventanas”, gritó alguien.
“¡Oh mi! ¡¿Que son esos?!” alguien gritó.
“¿Son esas… personas? ¡¿Qué es esto?!” Alguien dijo.
“¡¿Cómo se rompió ese vidrio ?!”

“¡Hay algo ahí abajo!” dijo otro.
“¿Son antorchas? Creo que veo como cincuenta antorchas encendidas por ahí”. Otro estudiante en pánico que no conocía.
“Algo no está bien aquí. No me gusta”, dijo alguien.
“No me gusta esto”.
“No parecen ‘primeros en responder'”, dijo alguien nerviosamente.
“No puedo verlos muy bien desde este ángulo”.
“Tampoco puedo.”
“Definitivamente más de cincuenta”, dijo alguien más.
“Pero, ¿qué es lo que lleva las antorchas? Hay figuras sombrías por ahí, pero no puedo decir quiénes son”.
“Es peligroso.”
“¿Que esta pasando? Ustedes no pueden ser serios…”
“¿Que son esos?”
“¿Qué diablos está pasando?” dijo alguien más.
Otros estaban demasiado estupefactos para hablar, pero la mayoría de la gente todavía gritaba de miedo.
Miramos hacia abajo, desde la repisa del piso superior, y por las ventanas. Fue entonces cuando me di cuenta de que algunas cosas estaban siendo arrojadas a la ventana y la estaban golpeando. A veces, las rocas golpean la pared de las ventanas y crean grietas de telaraña en el vidrio. Luego hubo palos o algo extraño golpeando las ventanas también. La presión de las cosas que golpeaban las ventanas crecía por minutos, y se formaban más grietas lentamente, aunque se suponía que era ese tipo especial de plexiglás indestructible y duradero. Algunos de los impactos fueron tan fuertes que pude sentir y escuchar el rebote muy claramente y cuánta fuerza se utilizó de los objetos en cuestión.
“¡Estamos siendo atacados!”
“¡¿Qué carajo ?!”
“¡¿Por qué nos atacan esos idiotas?!”
“No parecen personas. ¿Son una especie de pandilla de cosplay? Alguien dijo.
“¡¿De ninguna manera?!”
“Oh por Dios#*@(!”
“¡Bajar! ¡No dejes que te golpeen!” alguien lloró.
“Wow, eso fue fuerte, cuando golpeó”, dijo un niño.
“Aléjate de la ventana,” dijo asustada la señorita Asakura.
“¿Aguantará ese vaso? ¿Qué pasa si esas cosas pasan? Oí decir a otro.
“¡¿Por qué nos atacan?!” alguien gritó.
El pánico se está instalando.
“A este ritmo de fuego, las cosas tienen que pasar eventualmente. Y algo nos está disparando”, confirmó Asakura.
“Oh, Dios mío, ¿alguien nos está disparando cosas?” alguien gritó.
“¿Quién haría cosas así? ¿Son saqueadores?
“Shun tiene razón. Tenemos que quedarnos con él y armarnos”, escuché que Yumi le decía a Asakura.
“¿Quién saquearía una escuela? No hay nada valioso aquí.
“Wow, ¿es un motín? ¿Por qué estarían tirando cosas?
“Tal vez este es uno de esos… ¿ataques terroristas?” alguien adivinó.
Eso no ayudó a nadie. Las niñas comenzaron a llorar y gritar.
Los otros niños reaccionaron, una vez que se dieron cuenta de lo que había dicho. Ni siquiera pudimos acercarnos lo suficiente para ver lo que estaba pasando, pero luego la cantidad de objetos que golpeaban las ventanas se intensificó y se arrojaron más cosas. Los gritos provenientes del área del primer y segundo piso también se estaban volviendo más fuertes y había algo así como un rugido de muchas voces juntas. Es un sonido tumultuoso de horribles gritos, gritos y cosas rotas que nunca terminan.
Algo realmente malo está pasando abajo.
“¡No puedo creer que esto esté pasando! ¿Que se supone que hagamos?” Dijo la Srta. Asakura, sacudiendo mi manga.
“¡¿Que demonios?!” Yumi susurró con voz ronca.
“¡Oh mi @#*@(! ¡¿Qué nos está pasando?!”, Gritó alguien.
“¡Maldita sea, parece que hay una guerra en el piso de abajo!”
“¿Eh? ¿Tú crees?”
“No, no puede ser. Tu imaginación es demasiado grande”, fue una respuesta.
“¡¿Qué está pasando abajo?!”
“¡Suena muy mal!”
“Es una broma. Se irán, ya verás”, dijo alguien febrilmente.
“Tonto, ya ni siquiera estamos en la Tierra”, respondió alguien.
“¿Qué?”
“No, tenemos que estar en la Tierra…”, dijo otro.
Los estudiantes seguían discutiendo de un lado a otro, solo voces aleatorias a nuestro alrededor, la mayoría de ellas ni siquiera las conocía.
Las voces de pánico seguían diciendo comentarios locos de pánico una y otra vez sin parar mientras la gente intentaba resolverlo. Todavía nadie se calmaba, y nadie se organizaba, mientras reinaba la confusión. De alguna manera, también, los otros maestros estaban desaparecidos, todos excepto la señorita Asakura, que me había agarrado con fuerza por el hombro, temiendo que la dejáramos.
“Haz algo, Shun”, suplicó. “Ayúdanos, ayúdame por favor”, susurró de nuevo.
“Ven conmigo”, le dije.
Pero todavía estaba demasiado lejos del área de la ventana para poder ver nada debido a que demasiados estudiantes bloqueaban la vista. Lo que sea que estaba ahí fuera los había distraído momentáneamente de lo maldita que yo también estaba, y eso era preocupante en sí mismo.
Uno de los niños cerca de la ventana delantera que tenía la mejor vista, Akira creo que se llamaba, de repente señaló hacia abajo. “¿Por qué? ¿Por qué nosotros… estaríamos…? ¡Creo que estamos bajo ataque!
“¡No mierda! ¡No dijimos eso ya!” otro gimió.
“Sí, pero… yo… finalmente estoy empezando a entenderlo. ¡Estamos en el infierno! ¡Eso explica las dos lunas!”
“No podemos estar en el infierno. El infierno no tiene hierba, solo llamas realmente largas”, dijo alguien.
“¿En serio?”
“¿Quién nos atacaría?”
“Eso no tiene sentido”.
“¿Habéis fumado algo? Esto suena delirante…”
“Nada de esto tiene sentido.”
“Sí, una ilusión”, confirmó alguien más.

“No, debes estar equivocado, eso no puede ser ri—-“, la voz de esa persona que había sido desagradable se cortó cuando un objeto pesado, largo y elegante atravesó el vidrio y se enterró en el pecho del niño. Yo también lo conocía; era Hayashi, que ahora estaba muerto. Solíamos jugar fútbol juntos en la escuela secundaria. Giró por la fuerte fuerza del impacto y luego cayó al suelo de espaldas.
“Pobre Hayashi,” escuché a Yumi susurrar detrás de nosotros.
Con eso, fue lo último que diría con vida, con esa cosa larga sobresaliendo de su pecho sobre su corazón. Parecía pesado y largo con adornos de plumas negras y diseños divertidos tallados sobre él. Me tomó un tiempo darme cuenta de que estaba mirando una especie de lanza aborigen de madera pesada.
¡Santa mierda!
¡¿Eso es una lanza de guerra?!
Quiero decir… Vi lo que era. Pero comprender que algo como un ataque con una lanza podría llevarte cuando vas a la escuela a un lugar supuestamente pacífico toma un minuto para registrarte.
¡Al-alguien lo mató! dijeron algunas personas a la vez. Se volcó y cayó, mientras que los estudiantes comenzaron a gritar nuevamente y trataron de alejarse de él y de las ventanas.
Pero la abertura en la pared de plexiglás y la primera muerte habían alentado lo que sea que nos estaba atacando. Se arrojaron aún más objetos y el agujero crecía a medida que se apartaban más vidrios del camino. Pronto también, el piso comenzó a cubrirse con todo tipo de cosas como rocas, dagas arrojadizas caseras, un par de lanzas más, aunque eran extremadamente raras y difíciles de conseguir, e incluso algunas flechas toscamente hechas con finas puntas de obsidiana negra.
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda. Algo sobre lo que había dicho tenía sentido, pero no podía explicar por qué. También conocía a Akira desde la escuela secundaria, y él era inteligente y sensato. También lo había visto actuar bien bajo presión. Así que no tenía sentido que él dijera eso sin una buena razón, sabiendo que tenía un buen carácter de persona.
“¡¿Que demonios?!”
“¿En serio?”
“¡Akira, toma esa lanza!” I grité. “¡Todos los demás también toman cualquier cosa que puedan usar para pelear! Si estamos bajo ataque, entonces necesitamos poner en marcha una defensa. ¡Necesitamos armas!
De repente, la gente miraba mi hacha con celos. Si tuviera que dejarlo, nunca lo recuperaría. Pero la sangre en mi ropa convenció a la mayoría de ellos de inmediato de no tratar de quitármelo por la fuerza.
“¡Entiendo!” Akira dijo rápidamente. No dudó en recoger la lanza del cuerpo de Hayashi.
“¿Y ahora qué jefe?” Preguntó mirándome en busca de dirección. De hecho, se veía un poco genial y sensato. Me sorprendió.
“Defiéndete a ti mismo ya los demás con él”, le dije.
“¡¿Qué?! ¡No quiero morir!” vino la respuesta.
“¿Cuántos de ellos hay, puedes ver algo? Pero quédate quieto —le pedí.
Akira se agachó, tratando de usar parte de la encimera de ladrillo cerca de la ventana para protegerse mientras miraba hacia afuera. Él era el único lo suficientemente valiente como para siquiera mirar hacia afuera. “No hay problema. Solo tenemos que planificar esto y tener una buena estrategia”, reafirmó.
“¿Que puedes ver?” Pregunté por encima de las voces de los estudiantes aterrados y llorando.
“Um, parece que estamos rodeados. Hay como un gran anillo de ellos… debe haber como cientos de ellos.
“¿Pero qué son?” Yumi preguntó en estado de shock.
“No lo sé, pero no son humanos, eso es seguro”, dijo. “Se ven extraños… demasiado grandes y voluminosos para ser humanos. Y su piel… si hubiera más luz la vería mejor.”
“¿Cómo podría algo no ser humano? ¡Eso no es posible!” alguien objetó, incluso mientras más flechas atravesaban el cristal.
“Es justo lo que te estoy diciendo. Es difícil de ver porque todavía está oscuro, pero toda la fila tiene antorchas apagadas para que puedas ver partes de sus rostros. Algunos de ellos tienen como colmillos o algo así y tienen la piel de color oscuro. Sus narices y su postura no se ven bien de alguna manera. ¿Cómo puede ser eso humano? Akira dijo.
“No te creo. Simplemente no hay forma de que podamos…” otro estudiante que no conocía se adelantó y miró por el cristal. Estaba tratando de ver bien, pero no estaba muy atento a los objetos punzantes que seguían siendo arrojados.
“¡Bajar!”
“¿Estas loco?”
“¡Tonto! ¡Aléjate de la ventana!
A nuestro alrededor, los estudiantes intentaban que retrocediera, pero él seguía siendo valiente.
“Ya veo… hmm, algunos de ellos parecen tener nuestra altura, pero también hay pequeños más pequeños que son mucho más pequeños”, dijo.
“¿Eh? ¡¿Hay más de un tipo?!”
“¡Eh! ¡¿Pero qué son?!” Preguntó una chica en pánico.
“¡Eres mi héroe Zed! Eres tan valiente”, vitoreó una niña.
¿Zed? El rumoreado hermano mayor de Jin, ¿quién fue el primero en morir? Eso me dio un mal presentimiento de repente. Jin no tenía un buen sentido del peligro…
“¡Oye, se están llevando chicas! ¡SANTA mierda!” Zed exclamó en estado de shock y sorpresa, señalando hacia el patio. “¡Oh, maldito infierno! ¡Ese es Shizu sempai! ¡Ese es Naoda! Y… ¡hay más de ellos siendo llevados! ¡Santo infierno! ¡Están secuestrando a las niñas y llevándoselas!”. dijo con voz ahogada.
Tardó un segundo en registrarse.

Cuando escuchamos esa gran maldición antes, ¡esto es de lo que debe haber sido! Pero otros no siguieron con lo que esa persona había visto y probablemente de alguna manera fueron silenciados inmediatamente después.
Lo que dijo, ahora tenía a mucha gente llorando y de repente queriendo aprender a orar.
“¿Qué quiere decir?”
“¿Llevarse a las chicas? Cómo podría…”
“No, debe ser algún tipo de broma”.
“¡No es una broma! ¡Mirar! ¡Se arrancaron la ropa y están gritando!”.
“¡No puedo creer esto!”
“¡Esto realmente es un infierno, incluso si no hay llamas!”
“Oye, eso no es divertido, ¿cómo puedes decir algo así?” dijo otro.
Los estudiantes estaban teniendo problemas para aceptar su realidad. Supongo que yo también estaba teniendo problemas para aceptarlo. Todo era demasiado irreal.
Antes de que pudiera objetar, otra flecha atravesó el cristal y así Zed también estaba muerto. Su cuerpo se derrumbó en el suelo al lado y en parte encima de Hayashi. Ambos estaban tan quietos en la muerte, que me dio escalofríos.
“¡Pobres Zed y Jin!” Yumi susurró, llena de dolor.
“Um, preocúpate más por nosotros en su lugar. Tenemos que pensar cómo superar esto”, dije.
“Shun tiene razón”, dijo Asakura.
“Nuestros pobres compañeros de clase”, dijo alguien más.
“Siempre tuvo mala coordinación. Siempre se tropieza en educación física”, dijo alguien.
“¡No podemos quedarnos aquí por más tiempo, Shun! ¡Necesitamos que encuentres una manera de salvarnos!” Dijo la señorita Asakura, tirando de mi manga. Siguió tirando y tirando, con un agarre débil pero que era esquelético y no estaba dispuesto a separarse de mí.
“Sí, vamos”, animó Yumi.
“¿No deberíamos encontrar otros maestros también?” Alguien dijo.
“Los maestros no pueden salvarte. Tienes que dar un paso al frente y defenderte”, les dije.
“Sí, adelante, ve al primer piso donde esas cosas están atacando a todos. No estoy dispuesto a bajar allí”, respondió otro.
“Al menos tenemos una idea de lo que está pasando”, dije.
“¿Hacemos? Parece que cuanto más descubrimos, más profunda es la mierda”, gimió Kenji, abofeteándose la cara.
“Sí, pero eso significa que no podemos escapar, ¿verdad?” Yuta dijo con miedo.
“Simplemente no nos dejes atrás”, dijo Kenji.
“¡Pero ustedes ya se han probado a sí mismos! ¡Puedes hacerlo! ¡Ya derribaste a ese matón aspirante a violador! ¡Eso significa que ahora son veteranos!” Traté de animarlos pero simplemente me miraban boquiabiertos con desesperación.
Sí… tendré que trabajar en eso… tal vez dije algo incorrecto.
Akira se volvió hacia mí, “¿qué quieres hacer?” me miró en busca de liderazgo porque yo había sido el capitán de nuestro equipo de ajedrez el año pasado. Sería bueno tenerlo aquí, creo.
“¡Está bien, escuchen todos! ¡Necesito tu atención!” I grité.
Había demasiadas distracciones y demasiadas cosas sucediendo, pero algunos de los estudiantes finalmente estaban escuchando. Algunos de ellos estaban huyendo, pero no me concentraba en ellos. Los que estaban corriendo no serían de mucha utilidad de todos modos. Algunos de ellos tenían miradas salvajes de miedo que los paralizaba, pero aun así había muchos que también escuchaban.
“Necesitamos que todos trabajen juntos para superar esto. Hay demasiadas de esas cosas atacándonos, y están organizadas. Tenemos que enfrentarlos con una buena defensa. Eso significa que tenemos que formar un equipo. La señorita Asakura y yo vamos a organizarnos a todos en equipos de defensa. Primero necesitamos que todos consigan sillas, escritorios, lo que sea, armas caseras, cualquier cosa que se les ocurra. También vamos a tener que fortificar las escaleras y el área del techo y controlar el flujo de monstruos que vienen desde abajo. ¡Esa es nuestra mejor oportunidad para evitar que esas cosas lleguen aquí!” I grité.

5 Responses

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